En la Lima virreinal
soñé tenía nobleza,
haciendas con mayoral
y de yapa una condesa.
En un sueño yo me vi
gozando de trato regio
y de todo privilegio
que otorga el maravedí.
Del famoso Potosí
me mandaban un platal
y como era el principal
encargado de la ley
yantaba como virrey
en la Lima virreinal.
Más antes, mi barragana:
“no te vayas capitán”
- me dijo - “aquí falta el pan
pero nos sobra jarana”.
A muchas millas de Triana
me encontré con la riqueza
y otorgada por Su Alteza
(hablo del rey Carlos V)
semejante al vino tinto
soñé tenía nobleza.
Asegurada la papa
y disponiendo de tropa
la pasaba viento en popa
con toda limeña guapa.
Usaba jubón y capa,
chambergo, espada y puñal,
y puesto que mi moral
era muy de Andalucía
en Costa y Sierra tenía
haciendas con mayoral.
En las tierras conquistadas
con mi fortuna y presencia
vencía la resistencia
de hasta las más recatadas.
Las solteras y casadas
codiciaban mi remesa
y abordaban mi calesa
un par de negras risueñas,
cuatro tapadas limeñas
y de yapa una condesa.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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