Reencuentro Virtual con el "Cura Solari"


Amigos lectores: En el mes de octubre del presente año, leyendo en Internet  el poema de mi autoría “Navidad” , vi que preguntaba por mi persona Saúl Solari Skrzypek.
Fue mi hermano Gabriel quien nos puso en contacto por este mismo medio.
A Saúl no lo veo físicamente desde 1974, año en el que terminamos la educación secundaria en el Colegio Nacional Francisco Javier de Luna Pizarro - Arequipa.
A este centro educativo ingresamos en el año 1970, Saúl venía del Seminario San Jerónimo, motivo por el cual se le apodó “El Cura”, yo venía de la Escuela Primaria 937 del barrio “La Ranchería” con el apodo de “El Gato”. Hemos compartido aulas y en varias ocasiones la misma carpeta. Ya estamos comunicados y nuestro afecto sincero es de hace 39 años y 8 meses. No hay palabras para describir la alegría que se siente reencontrar aunque sea “virtualmente” a un amigo y compañero de estudios y saber por él de otros compañeros de la Promoción y de los grandes profesores que nos formaron.
La foto que adjunto me la remitió Saúl y pertenece a un conjunto de fotografías que se tomaron los “Lunapizarrinos” que se reunieron el 21 de noviembre en una picantería de Arequipa. Si aprecian bien la foto, verán que Saúl como todo “Cura” está dando un sermón desde su púlpito a los demás compañeros y sin temor a equivocarme empezó diciendo: “No sólo de pan vive el hombre”.
Para terminar, con las dos décimas que adjunto y que escribí para esta ocasión, me permito contradecir al escritor peruano Oswaldo Reynoso quien a una obra suya tituló “ En Octubre no hay Milagros ”.

PARA MI AMIGO SAUL

Ahora que Internet descubre
que estamos vivos los dos
digo: por obra de Dios
¡sí hay milagros en octubre!
Mas, ve Saúl cómo cubre
mis necesidades Cristo:
aunque en mi bolsillo el pisto
dejó de ser cosa rara
Él me lo limita para
que no me pase de listo.

No permite que atesore
fincas, palacios, diamantes
y que a otros semejantes
la cabeza les decore.
Y por mucho que le implore
no me consiente un safari,
tampoco me da un Ferrari,
pero Él que mi bien procura
pone en mi camino un “Cura”
y de apellido Solari.

Luis Bárcena Giménez
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