Los negros de la región años después de la inundación tomaron la catástrofe con cierta ironía. Por ello sacaron una copla que decía así:
Negrita si tienes maña
no me la des a entender
porque te voy a poner
como el río puso a Zaña.
Analizando la cantidad de sílabas de cada uno de los cuatro versos y la fórmula de sus rimas, llegué a la conclusión de que son cuatro versos octosílabos que conforman una redondilla.
En esta oportunidad no es mi intención glosar estos versos, sino crear dos décimas espinelas: la primera de introducción y la segunda de conclusión, finalizando con esta redondilla.
Así como hay “pie forzado” y “pie forzado doble”, en mi opinión, procede una “redondilla como pie forzado”. Aquí el desarrollo de la misma:
NEGRITA SI TIENES MAÑA
Negrita de mi querer
cuando yo salgo de casa
para mí el tiempo no pasa
porque no te puedo ver.
Tú bien puedes comprender
que igual como el primer día
te amo con idolatría
y el corazón no descanso
o lo hago en el remanso
de tu dulce compañía.
Amor del bueno te doy
y tu voluntad respeto
y para ser más concreto
contigo contento estoy.
Sin embargo, aunque yo soy
quien más te quiere y extraña
negrita si tienes maña
no me la des a entender
porque te voy a poner
como el río puso a Zaña.
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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