En memoria de Domingo Bárcena Ramírez, mi padre, fallecido el 11 de agosto de 1986 y quien entre otras cosas, me inculcó el orgullo por nuestra raza y tradiciones latinoamericanas.
EL RECUERDO DE MI VIEJO
El recuerdo de mi viejo
en mi memoria perdura
por el genio, la figura,
el cariño y el consejo.
Como amigo fue parejo
y de yerros se compuso,
pero desde que tengo uso
de razón, yo pude ver
que solía aborrecer
la injusticia y el abuso.
Luis Bárcena Giménez
© Rumbo a la Décima Espinela (Setiembre 2010)
© Rumbo a la Décima Espinela (Setiembre 2010)
Como bien dices Gato, cada quien tiene una forma de amar a sus padres. Y los padres también tenemos una forma especial y única de amar a nuestros hijos, aún con los imponderables de la vida. En mi caso, simplemente soy un orgulloso padre que ama a cada una de sus hijas -y a mi nieta- porque son los seres más maravillosos que existen en la tierra y sólo nos dan alegrías y un motivo más para esforzarnos en la vida para dar lo mejor por ell@s. Tu poema sintetiza brillantemente lo que fue tu padre y lo que son cada uno de los nuestros. No hay padre malo y si lo hay, yo no le he conocido ¡Gracias a Dios!
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