EN LAS FALDAS DEL ALCOR
En las faldas del alcor
la tranquilidad fue rota
por la flecha de un idiota
de ocupación flechador.
Del pecho del ruiseñor
la sangre escarlata fluye,
conclusión: no siempre se huye
de la gratuita venganza
de aquel que para alabanza
propia, la flecha construye.
© 2009 Luis Bárcena Giménez
Muchas Gracias Por Su Apoyo Gracias (Luis Bárcena Giménez)
ResponderEliminarMe da mucha alegría que haya podido serle útil. Saludos.
Eliminar