Infancia y adolescencia
viviste con lo mejor,
hoy día que estás mayor
se te acabó la opulencia.
Un buen nombre y apellido
te dieron cuando naciste
y para que no estés triste
te tuvieron consentido.
Bien comido y bien vestido
presumías de presencia,
contando con la asistencia
de tu gente dadivosa
has tenido venturosa
infancia y adolescencia.
De la pobreza lejano
no sufriste privaciones
y reclamando atenciones
actuaste cual soberano.
Siempre tenías a mano
un calmante a tu dolor
y estando en el interior
de una mansión con pensiles
en tus años juveniles
viviste con lo mejor.
Ese tiempo quedó atrás
y mis ojos que te ven
comprenden que sin sostén
no sabes adonde vas.
Para el mundo ya no estás
en un nivel superior
y también en el color
eres como cualquier gente
pues te ves tan diferente
hoy día que estás mayor.
Tal vez pagues vanidades
sin que tengas entereza
ya que el hambre y la pobreza
te han restado facultades.
De tus muchas amistades
extrañas la reverencia,
vives con la penitencia
sin motivación ni fe
y todo por saber que
se te acabó la opulencia.
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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