¡No me apoca tu renombre
así como tú me ves
el mundo tengo en mi nombre
y al mundo tengo a mis pies!
Dices que para irrisión
sirve el nombre que me han puesto
yo me pregunto y contesto
¿qué es tu vida? ¡una ilusión!
En tu loca pretensión
quieres que el piso te alfombre,
te lo digo ¡de hombre a hombre!
pues te veo muy ufano
aunque estés en otro plano
¡no me apoca tu renombre!
De mucha prosa es tu prosa
ni qué decir de tu verso
y has creado tu universo
con la gente que te endiosa.
Pero te digo una cosa
para que tranquilo estés
yo puedo ver el revés
que algunas personas tienen
y con vainas no me vienen
así como tú me ves.
Al buen Dios que te otorgó
de aptitudes una gama
ahora que tienes fama
ya tu memoria olvidó.
Tanto utilizas el ¡yo!
que fastidia ese pronombre
y te asombre o no te asombre
me tiene a mí sin cuidado
porque ya lo he comprobado
¡el mundo tengo en mi nombre!
No deseo que me alabes
ni procures mi confianza
¡a otra parte con tu chanza
ya que en mi mundo no cabes!
Y por si tú no lo sabes
soy el antes y el después
la verdad te dije que es
y tú dudaste un segundo
el nombre mío es Raymundo
¡y tengo al mundo a mis pies!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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