En mi vida hay dos mujeres
tú mi amiga que me entiendes
tú mi amante que me enciendes
con vinos y placeres.
Dos caminos dos quereres
con los que me frenas, agitas, asciendes
a incomparables sensaciones cuando extiendes
tu cuerpo y en uno se resumen nuestros seres.
No hay dicha mayor cuando
al amanecer quedo contemplando
tu brazo con mi brazo entrelazados.
Tú mi amiga la del hablar al oído
tú mi amante la del clímax y el gemido
como eco de amor hacia cielos vedados.
© 2000 Luis Bárcena Giménez
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