JAMÁS
Fue un aciago día
cuando sin motivo te marchaste
y para siempre sin imaginarlo arrancaste
de mi vida la alegría.
Rompiendo de pronto la armonía
fuiste tú la que fallaste
y lo único que lograste
fue hacer de mi vida una existencia sombría.
En las sombras te busco y me recreo
porque en ellas tan linda te veo
que vienes, que te vas.
En las sombras puedo amarte con pasión
puedo odiarte y con razón
pero olvidarte ¡jamás!
© 2000 Luis Bárcena Giménez
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