En la página 308 de “La Otra Historia” (Memoria colectiva y canto del pueblo de Zaña) están escritos estos versos de un Yaraví que escuchó el decimista Cristian Colchado, ya fallecido:
Mantengo unas penas crueles
como el martillo en la fragua
como el peje sobre el agua
y como el tren sobre los rieles.
Son solamente cuatro versos que recuerda, motivo por el cual, tomando como esquema la décima espinela, antepondré otros versos para completar el Yaraví.
MANTENGO UNAS PENAS CRUELES
Señor, dime ¿qué pecado
he podido cometer
para que pueda tener
la suerte del desdichado?
Señor, ¿nací señalado
por el dedo del tropiezo?
¿Cómo mi vida enderezo
y me libro de la muerte
si Tú no cambias mi suerte
a pesar que yo te rezo?
Las tristezas a mí vienen,
se aposentan, ¡no se van!
y siendo triste su afán
entristecido me tienen.
Y mientras otros mantienen
sus dichas sobre vergeles
“mantengo unas penas crueles
como el martillo en la fragua
como el peje sobre el agua
como el tren sobre los rieles”.
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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