La mujer tiene elegancia por la forma como viste y también cuando ella insiste en dejar la petulancia.

No dejo de pensar en ti

 


No dejo de pensar en ti


Háblame de cosas buenas

háblame de cosas malas

habla tú que me envenenas

y la vida me regalas.


Te estoy queriendo con todo

te estoy queriendo a morir

te quiero porque tu modo

me mata y hace vivir.


Dejo en tus manos mi vida

dejo en tus manos mi suerte

pero déjame encendida

la alegría de tenerte.


Con mentiras y verdades

yo no dejo de pensarte

porque tus debilidades

me dan fuerzas para amarte.


Háblame de luz y sombra,

de veneno y ambrosía.

Que en tu amor, la vida asombra,

y en tus males me extasía.


Luis Bárcena Giménez


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