Hoy día los maricones
que están fuera del armario
piensan que es extraordinario
bajarse los pantalones.
Están con sus vibraciones
caminando por doquiera
y esta marica manera
a pesar de los mostachos
se pega en algunos machos
en grado de ventolera.
¡Carajo! lo que se ve
de cerca o en lontananza
hace que por desconfianza
en nadie se tenga fe.
El otro día encontré
a mi amigo Jhon Garrido
y, éste que fue un bandido
que no perdonaba culo
me dijo sin disimulo:
“te presento a mi marido”.
* El nombre es ficticio
© 2009 Luis Bárcena Giménez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.