RATERO DEVOTO
Tras un hecho delictivo
el alcalde impopular
Gasco se va a arrodillar
a la iglesia pensativo.
Le habla el Señor Cautivo:
— dime hijo, ¿por qué robas?
— Padre, las personas probas
no son mayoría hoy
y yo robo porque soy
el gran Marcos Gasco Arrobas.
Luis Bárcena Giménez
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