ENTRE EL HUMO Y LAS PITADAS
En todas las madrugadas
viniendo del lupanar
yo escucho tu taconear
cual si fuesen campanadas.
Entre el humo y las pitadas
al cigarrillo, te pienso,
y sin dudar me convenzo
de que en el sucio arrabal
tienes un triste final
debido a tu mal comienzo.
Luis Bárcena Giménez
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