Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

Vanidad más ansiedad


VANIDAD MÁS ANSIEDAD

Cuando voy por la ciudad
veo gente vanidosa
que muy satisfecha posa
de cara a la sociedad.
Sin embargo la ansiedad
en sus caras es notoria
porque saben que la euforia
de un rato de presunción
solo en su imaginación
puede pasar a la historia.

Luis Bárcena Giménez

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