Saber mandar


DENTRO DE MI RECTITUD

Dentro de mi rectitud
tengo un corazón muy grande,
sirvo a cualquiera que mande
si al mandar tiene virtud.

Nicomedes Santa Cruz

Años después de nacer
dijo el maestro en la escuela
y lo confirmó mi abuela
que: Servir es un placer.
Cuando hay algo para hacer
pongo fin a mi quietud
y acudo con prontitud
si bien piden mis servicios
pues yo no tengo prejuicios
dentro de mi rectitud.

Al llamado contestando
con mi respuesta sincera
acorto el tiempo de espera
sin perderlo titubeando.
Soy más comedido cuando
la necesidad se expande
y a la gente que demande
con un buen trato mi ayuda
se la doy porque sin duda
tengo un corazón muy grande.

Si alguien se acerca a mi mesa
y pide con humildad
agradezco que a mi edad
no estoy hecho una pavesa.
Meto el hombro en una empresa
¡comande quien la comande!
no hay ser que no me ablande
el corazón con respeto
y moviendo el esqueleto
sirvo a cualquiera que mande.

¡Qué linda se ve la gente
cuando su tono es cortés
pero se le ve al revés
cuando el tono es prepotente!
Sin ser de un amo sirviente
el servir me da salud,
mas tendrá otra magnitud
en esta vida el marchante
que manda a su semejante
si al mandar tiene virtud.

* glosa de la Décima “De ser como soy me alegro”
© 2005 Luis Bárcena Giménez

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