DULCE AMARGO
En tus manos me tuviste
cuando me necesitaste:
por apuesta me ganaste
por apuesta me perdiste.
En tu vida he sido el chiste
que te causó mucha risa…
formé parte de tu prisa
y también de tu letargo
porque yo fui el dulce amargo
con que acudías a misa.
Luis Bárcena Giménez
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