LA MUJER DEL MERCADER
Un próspero mercader
halló calato a su empleado
confortablemente echado
encima de su mujer.
Esta le dijo: «Javier,
puesto que tú no me mimas
le he solicitado a Dimas
que hoy día se calatee
y finja que me posee
para ver si tú te animas».
Luis Bárcena Giménez
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