JUEZ ESFORZADO
Después de sus
conocidos
amorosos escarceos
el juez queda con
jadeos
y con los ojos
hundidos.
Es un juez que los
bandidos
sobornan con
mujerzuelas
y aunque sufre las
secuelas
de una vejez prematura
le gusta ir contra
natura
castañeteando las
muelas.
Luis Bárcena Giménez
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