En ese vals diste un giro
de natural elegancia
y un prolongado suspiro
se escuchó a la distancia.
Yo fui el que suspiré
nunca vi mujer garbosa
y en ese vals te miré
como se mira una diosa.
Qué exquisita melodía
la reinante en el salón
y qué perfecta armonía
en tu cuerpo de ilusión.
Tú marcabas el compás
del vals y mi corazón
y yo allí era uno más
que perdía la razón.
Terminaste el vals sin prisa
¿qué más yo puedo pedir?
si me diste una sonrisa
y yo aprendí a sonreír.
© 2003 Luis Bárcena Giménez
La cuarteta es una combinación métrica que consta de 4 versos octosílabos que riman de acuerdo a la fórmula ABAB (primero con tercero y segundo con cuarto).
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