Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

Tu silencio me confiesa

 


TU SILENCIO ME CONFIESA


Tu silencio me confiesa

con esos labios sellados

que somos enamorados

pero tu boca a otro besa.

Tu silencio a mí me pesa

en el alma y me sofoca,

y la culpable es tu boca

que por su falta mundana

es cierto que no se ufana,

pero tampoco se apoca.


Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.