POCA FORTUNA
La relación con mi amada
tenía poca fortuna
porque yo creía en una
sospecha injustificada.
Con la mente obnubilada
no quise escuchar su ruego
y en la cárcel de San Diego
hoy me encuentro prisionero
por culpa de un candelero
que le echó más leña al fuego.
Luis Bárcena Giménez
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