NO ME TILDES DE COBARDE
Recuerda que te eché un cable
en el boscoso lugar
cuando te iba a atacar
un tigre dientes de sable.
Y por lo tanto no es dable
que me tildes de cobarde,
¡no lo hagas!, porque más tarde
por un pangolín te ofusques
y otra vez a mí me busques
para que te salvaguarde.
Luis Bárcena Giménez
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