PRESTÁNDOSE PONCHO Y CHULLO
Para demostrar que orgullo
por lo andino siente el fraile
también se mete en el baile
prestándose poncho y chullo.
Días después del barullo
en su soledad medita:
«En mi hoja no estaba escrita
la danza del cavernario
y aunque no soy milenario
tengo la masa marchita».
Luis Bárcena Giménez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.