Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

El trapisondista


EL TRAPISONDISTA

Nadie en el camino cruza
ante tu imagen vestida
con ropa hecha a la medida
y zapatos de gamuza.
No dejas de ser gentuza
de maloliente prepucio
"gran trapisondista rucio"
que promueve su caché
y vive esperando que
otro haga el trabajo sucio.

Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.