Enfado y envidia a la vez


ENFADO MAYÚSCULO

No existe mayor enfado
para una dama engreída
al verse desposeída
cuando la han eclipsado.
No acepta su nuevo estado
y tampoco se renueva
y aunque en las noches eleva
al cielo sus oraciones
conociendo de intenciones
viene el diablo y se las lleva.

Luis Bárcena Giménez

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