EL INDIGENTE Y LA GENTE
Se sienta el hombre indigente
en la pública vereda
y al poco rato se queda
dormitando entre la gente.
Está presente y ausente
del mundo con su opulencia
y solo ven su presencia
con su raída camisa
los que olvidan tener prisa
y evocan tener conciencia.
Luis Bárcena Giménez
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