CONFESIÓN
¡Cuántas veces! te he mirado
y visto tu sufrimiento
y con todo sentimiento
Noriko chan he llorado.
¡Cuántas veces! he deseado
que tú dejes de existir
a Dios me atreví pedir
esto que hoy te confieso
pues no soportaba el peso
que era verte sufrir.
Luis Bárcena Giménez
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