Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

Treinta años de diferencia


TREINTA AÑOS DE DIFERENCIA

Un huérfano con presencia
y más juventud que amor
con una mujer mayor
se casó por conveniencia.
Treinta años de diferencia
la piel no le escarapela
ni la orfandad lo desvela,
pues su vieja por fortuna
le ha resumido en una
¡esposa, madre y abuela!

Luis Bárcena Giménez

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