ORILLA
DEL MAR
La gran
urbe no me asombra
con su
bulla callejera
pues yo
disfruto la sombra
airosa
de una palmera.
En
cuanto puedo yo vengo
y busco
el mismo palmar
porque
a su sombra yo tengo
a pocos
metros el mar.
Una ola
va y otra viene
concordando
con la brisa
y la
vida se detiene
porque
el mar no tiene prisa.
Conmigo
otro ser camina
porque
en medio de la calma
que da
la vista marina
se
puede pasear el alma.
Luis Bárcena
Giménez
el mar .. esta ¡ muy bien ,, el mare es grandioso , eterno , y veraz.. ¡ bien por ti ¡ ¡ olé ¡ por ti . ¡ me gusta juana
ResponderEliminarGracias mamá, no hay como contemplar el mar, relaja y reanima. Abrazos y besos.
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