SIN
CALMA Y SIN DIRECCIÓN
Después
de la tempestad
tampoco
vino la calma
porque
me partiste el alma
con tus
actos de maldad.
Transito
por la ciudad
dolorido
el corazón
y
puesto que dirección
ya en mi vida no poseo
íntimamente
deseo
que me
lleve un ventarrón.
Luis Bárcena
Giménez
11 de
septiembre de 2012
Ainssss, esperemos que encuentre el rumbo o al menos un lugar donde pasar la noche.
ResponderEliminarUn besazo.
Por cierto Luis que no se si sabes que tenemos un blog que se llama acompáñame, me encantan tus poemas, y allí tenemos una sección donde ponemos alguno que otro, si algún día quieres compartir alguno con nosotros, estaremos encantados de recibirlo. Un besazo.
Gracias Tamara por comentar y avisarme de tu otro blog donde me gustaría compartir algunas décimas. Recibe un abrazo.
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