El hombre gana un apodo
por su lengua, por su cara,
por su vestimenta rara
o su amanerado modo.
Por tanto “sabelotodo”
se le dice al que presume
de docto, y cuando asume
de docto el papel sin serlo
si pocos no quieren verlo
muchos quieren que se esfume.
Luis Bárcena Giménez
12 de octubre de 2011
querido amigo,
ResponderEliminarmuy buena tu nueva creación.
Estamos en casa nuevamente, luego de visitar a los hijos en AMBERES (BELGICA) Y LONDRES(U.K.)
Espero tu estes contento y sano !!!
abrazos fraternos
Jose Pivín
Haifa-Israel