Si yo te pusiera en venta pierde plata el comprador puesto que tú sin pudor vives en cámara lenta.

Ella no me pertenece

 


ELLA NO ME PERTENECE


La piel de Wendy es brillosa,

de porcelana parece,

es suave, tersa y lozana,

pero no me pertenece.


La boca de ella es sensual

y sensualidad ofrece

con su rictus de erotismo,

pero no me pertenece.


Su cuerpo es escultural

y ser amado merece

en completa desnudez,

pero no me pertenece.


El aura de ella es divina

y por doquiera florece

derramando sus encantos,

pero no me pertenece.


Ella no me pertenece

y no está comprometida

conmigo y, sin embargo,

ella es dueña de mi vida.


Luis Bárcena Giménez


0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.