Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

Tendida sobre la duna

 


TENDIDA SOBRE LA DUNA


Tú has tenido la fortuna

de conocer el amor

a través de mi calor

tendida sobre la duna.

De testigo está la luna

y también el vasto mar.

Yo he sentido el palpitar

de tu ardiente corazón

y yo he sido la razón

de tu manera de amar.


Luis Bárcena Giménez

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