Es tu risa fresca y dulce como el agua cristalina es la límpida vitrina que exhibe tu nobleza y que espanta mi tristeza cuando el llanto se empecina.

Ángeles

 


ÁNGELES


Ángeles, quien es ecuánime,

en cada encuentro esporádico

goza con el sexo sádico

hasta que ella queda exánime.

Se recupera y grandánime

vuelve a su labor científica,

y con sonrisa beatífica

dentro de su mente hermética

se regodea frenética

con su culeada magnífica.


Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.