Es tu risa fresca y dulce como el agua cristalina es la límpida vitrina que exhibe tu nobleza y que espanta mi tristeza cuando el llanto se empecina.

Que sea el juez el olvido

 


QUE SEA EL JUEZ EL OLVIDO


Cariño yo no te pido

y no pidas que te dé

porque de hace tiempo sé

que tú tienes un querido.

Que entre nos sea el olvido

el juez que dirima el caso...

quiero olvidar el fracaso,

la impotencia, el dolor,

la angustia y el desamor

que me deja tu mal paso.


Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.