Es tu risa fresca y dulce como el agua cristalina es la límpida vitrina que exhibe tu nobleza y que espanta mi tristeza cuando el llanto se empecina.

Yo no soy tu patrimonio

 


YO NO SOY TU PATRIMONIO


Mujer este matrimonio

que muchas normas incluye

en su epílogo concluye

¡que no soy tu patrimonio!

Otra cosa es que el demonio

esa idea te haya dado.

Yo contigo estoy casado

por la iglesia y lo civil,

pero no soy un servil

para vivir presionado.


Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.