Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

Se empieza con negligir

 


SE EMPIEZA CON NEGLIGIR


De muchos puedo decir

que obran mal porque he observado

que cuando entran al Estado

empiezan a negligir.

En su modo de vivir

convierten la negligencia,

luego viene la pendencia

con sus infinitas formas

para saltarse las normas

y aupar a la delincuencia.


Luis Bárcena Giménez

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