AREQUIPA EN LOS SESENTA
Arequipa en los sesenta
era una ciudad tranquila:
se respetaba la fila
y se pagaba la cuenta.
La gente era más atenta,
devota y tradicional,
otra era su moral
y tenía por costumbre
esforzarse y ser la lumbre
de la escena nacional.
Luis Bárcena Giménez
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