Es tu risa fresca y dulce como el agua cristalina es la límpida vitrina que exhibe tu nobleza y que espanta mi tristeza cuando el llanto se empecina.

Ni su madre lo quería

 


NI SU MADRE LO QUERÍA


Al difunto Manzanares

ni su madre lo quería

porque era una porquería

hasta con sus familiares.

Él la llenó de pesares

con toda su pudrición.

Pero ya la maldición

de este ser endemoniado

¡felizmente ha terminado

con su desaparición!


Luis Bárcena Giménez

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