Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

Abuso doméstico


ABUSO DOMÉSTICO

Como mujer que domina
Carmín levanta la cresta
satisfecha porque presta
su marido a la vecina.
Cobra, le da su propina
y le asigna otra tarea,
sale de compras, pasea,
se detiene ante una puerta
toca y al marido oferta
a una viuda vieja y fea.

Luis Bárcena Giménez

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