Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

El celular


EL CELULAR

Nunca pude imaginar
que sea grave el asunto
porque hay un contrapunto
entre dedo y celular.
Con nadie yo puedo hablar
para confiarle mi queja
pues la gente nunca deja
el celular que le aloca
o se lo pega a la boca
o se lo pega a la oreja.

Luis Bárcena Giménez

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