Es tu risa fresca y dulce como el agua cristalina es la límpida vitrina que exhibe tu nobleza y que espanta mi tristeza cuando el llanto se empecina.

Lo supe muy tarde


LO SUPE MUY TARDE

Desempeñando el papel
del cándido traicionado
conseguí empecinado
que ascendieras de nivel.
Supe que me eras infiel
pero lo supe muy tarde
y porque no soy cobarde
voy a respetar tu modo
y a la par te dejo todo
para que hagas alarde.

Luis Bárcena Giménez

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