Cuento de una mujer plástica con recursos económicos más implantes anatómicos que la hacen lucir fantástica.

¡Cuídense!


¡CUÍDENSE!

Cuídense de aquel que crece
tanto como la marea
con la “original” idea
que todo se lo merece.
Tarde o temprano remece
los cimientos de la paz
porque será su solaz
maltratar a otra gente
imponiendo brutalmente
su narcisismo voraz.

Luis Bárcena Giménez

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