Ingrata


EN UNA COPA DE PLATA

En una copa de plata
me diste un coctel muy bueno
con gran dosis de veneno
¡para que estire la pata!
Y al sobrevivir ¡ingrata!
me hallé con un gran tesoro
cuando al mirar el decoro
de mi frente en el espejo
en este no me vi viejo
y sí me vi hecho un toro.

Después que las banderillas
me clavaron tus amantes
recordando ser el de antes
¡rompí unas cuantas costillas!
Te pusiste de rodillas
para que no te embistiera
desvalida y sin barrera
pude matarte en la arena
pero yo de casta buena
te dejé viva ¡torera!

Luis Bárcena Giménez
© 2009

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