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NO HAY CORRESPONDENCIA Yo conocí la alborada también conocí el ocaso porque siempre a campo raso mi vida fue realizada. Desde tu cuna dora...
Son los días del desempleo,
ResponderEliminartrescientos sesenta y cuatro,
es un burdel ¡y no un teatro!,
el mundo y su faroleo.
En vez de darle un empleo,
al que está desocupao,
se lo aparta pa' un lao,
como a los perros sarnosos:
¡faltan brazos laboriosos,
sobra el obrero parao!