Lulú quiere acurrucarse
entre los fornidos brazos
del musculoso Collazos
y a la pasión entregarse.
Pero no quiere enterarse
de que es un hombre casado
que tiene un hogar formado
y lleno de calidez
que tiene por quinta vez
a su mujer en estado.
Lulú juega este partido
desde el pitazo inicial
a espaldas de su rival
con el deseo encendido.
Aunque el hombre es prohibido
sólo para él se engalana,
queriendo nadie le gana
tengo que reconocer
qué manera de querer
¡al marido de su hermana!
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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