Es tu risa fresca y dulce como el agua cristalina es la límpida vitrina que exhibe tu nobleza y que espanta mi tristeza cuando el llanto se empecina.

Décimas espinelas con palabras esdrújulas


EN TU CARA ARISTOCRÁTICA

No hay ningún dilema estético
en tu cara aristocrática
pero tú eres burocrática
y tu amor es aritmético.
Es carísimo el cosmético
que maquilla tu faz pálida
y mi jornal es crisálida
ínfima como palúdica
y que se refunde púdica
en mi billetera escuálida.

A tu semblante monárquico
con su mirada metódica
se aúna tu voz melódica
pero con tono jerárquico.
Te miro y me vuelvo anárquico
primero y después estólido
al paralelar lo “sólido”
de mi haber falto de crédito
y ver en tu faz el rédito
cuando subes a tu bólido.

© 2009 Luis Bárcena Giménez

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