A medianoche

 


A MEDIANOCHE


A medianoche ingresaste

a la casa de puntillas,

pero quisieron las sillas

estropear lo que planeaste.

Prendí la luz, te asustaste

y empezaste a balbucear…

y qué te iba a reclamar

o hacer algún reproche

si las doce de la noche

no son horas pa pelear.


Luis Bárcena Giménez

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