¡SILENCIO!
¡Silencio que hay un quejido
del alma en la medianoche!...
ha pasado a ser reproche...
ha pasado a ser olvido.
¡Silencio que estoy dormido
y no quiero despertar!
Déjenme a solas llorar
y que llore como un niño
la pérdida de un cariño
y el vacío de un hogar.
Luis Bárcena Giménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.